Washington.- En tiempos de incertidumbre, millones de solteros estadounidenses buscan apoyo en una pareja, sobre todo en Internet. “La recesión. ¿No es acaso romántica?”, titulaba hace poco “The New York Times”, porque las webs de búsqueda de pareja están en auge en medio de la crisis financiera.
“En tiempos difíciles buscamos más a alguien que pueda darnos apoyo”, explica Gian Gonzaga, de uno de los líderes en el mercado, eHarmony. Desde septiembre de 2008 el número de los que buscan pareja aumentó en un 20 por ciento en relación al año anterior.
En total unos 30 millones de solteros estadounidenses buscan en unas mil páginas de Internet al compañero para toda la vida, o al menos quien sirva de consuelo.
La socióloga Pepper Schwartz (Universidad de Washington) está convencida de la relación entre la creciente demanda de citas online y la crisis. “Por supuesto no tenemos pruebas indudables, pero las cifras son demasiado grandes como para que sea casualidad”, afirma Schwartz, que asesora a la página perfectmatch.com.
Tan sólo en enero el número de nuevos usuarios aumentó un 31 por ciento. Cuanto más inhóspito es el mundo, tanto más sube el deseo de amor y calor humano, señala la socióloga. A ello se añade una razón práctica: las parejas se dividen todos los gastos, por lo que es más fácil sufragarlos.
Google señaló que en la segunda mitad de 2008 aumentó un 20 por ciento con respecto al año anterior el número de personas que tipearon en su buscador las palabras “online dating” (citas online). “Y la tendencia va en aumento”, afirma Sam Sebastian, de Google. Por eso crece también el interés de la industria de la publicidad por poner anuncios.
La profesora de Ciencias de la Comunicación Jennifer Gibbs, de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, es en cambio escéptica: “Quizás haya un pequeño aumento, porque el mercado de citas online estaba estancado desde hace dos años”.
El uso de estos servicios tuvo una verdadera explosión tras el cambio de milenio. David Evans, asesor de la industria eletrónica en Boston, cree que el aumento se debe en gran medida a un mejor marketing. Tan sólo eHarmony gastó de enero a septiembre de 2008 unos 93,3 millones de dólares en publicidad, según la empresa de investigación de marketing onlinepersonalswatch.com.
Katherine Sacks es una de los que ha encontrado pareja en la web. Como ella estaba muy ocupada con su trabajo, una amiga buscó alguien adecuado para ella en Internet. “Me puedo imaginar que la gente que ha perdido su empleo tiene más tiempo para las citas online”, señala. “¿Pero quién quiere salir son alguien desempleado?”. Su novio, al menos, tiene trabajo.(DPA)
CRECE LA TENDENCIA DE CONTRATAR SERVICIOS PARA LOS CASAMIENTOS
La tendencia a contratar un organizador de bodas sigue en aumento. Los novios se liberan del estrés de estar pendientes de cada detalle y disfrutan al máximo del momento tan esperado. Una figura que está más instalada en el exterior y en Buenos Aires, pero también son muchos los rosarinos que piden ayuda a un profesional en eventos. En general se quedan más que conformes por todos los problemas que se ahorran.
"En otros países contratar a un wedding planner es más habitual. En Argentina llevó un tiempo entender el concepto. Hasta el año pasado era indispensable, ahora con la crisis económica ya no tanto. La crisis, además, llevó a que muchas veces nos contraten únicamente para organizar todo lo previo a la fiesta y no para estar presentes en el día del acontecimiento", dice el wedding planner Adrián Pavía.
Además de wedding planner, Pavía, de 38 años, es el gerente general del Hotel Colonial de San Nicolás y docente del Instituto Superior de Hotelería y Restaurateur de Rosario. Entre otras materias, enseña organización de eventos, "una salida laboral cada vez más elegida por los jóvenes", cuenta.
Fue el organizador del casamiento de Soledad Pastorutti. Y también participó de la boda de Guillermo Coria realizada en el Hotel Colonial. Si bien la wedding planner fue Bárbara Diez, él desde el hotel se ocupó de las habitaciones e intervino en la gastronomía, entre otras tareas.
Con anticipación
Al organizador de bodas se lo contrata con anticipación. Para Pavía, mejor si se lo hace un año antes del casamiento.
Su función principal es la organización integral de la boda. "Se arma una asociación con la pareja. Cada una de las ideas se dialogan para llegar a un acuerdo entre los deseos de los novios y lo que ofrecemos nosotros", cuenta Pavía.
Según su experiencia, uno de los aspectos que suelen ser generadores de conflictos y al que hay que prestarle especial atención es la gastronomía.
Los organizadores de bodas trabajan para monitorear todo y evitar demoras en las salidas de los platos y falta de cocción en las comidas.
Quienes trabajan de esto piensan que un wedding planner es una tranquilidad, más que un gasto. Además a veces consiguen descuentos en los productos para la boda y su experiencia les permite guiar a los novios, quienes sin esta figura muchas veces no saben por dónde empezar. Muchos cobran un porcentaje del monto total de la fiesta y otros tienen honorarios fijos.
Si bien lo que cuenta es el deseo de los novios, cada organizador tiene un estilo. En el caso de Pavía, se define como antiminimalista y barroco. "Me gusta acompañar a las Susanitas, que tienen el diseño del vestido desde los 14 años. Son mi mejor cliente", reconoce el wedding planner.
Si bien lo que cuenta es el deseo de los novios, cada organizador tiene un estilo. En el caso de Pavía, se define como antiminimalista y barroco. "Me gusta acompañar a las Susanitas, que tienen el diseño del vestido desde los 14 años. Son mi mejor cliente", reconoce el wedding planner.
"Se disfruta más"
Romina Machiavello, de 28 años, se casó el 22 de septiembre del 2007 y para que todo saliera perfecto contrató a Pavía.
Gracias a esta decisión se ahorró problemas, pudo disfrutar de cada paso de la boda y vivió el momento tan esperado con tranquilidad. El hecho de haber delegado la organización y supervisión de la fiesta en Pavía la liberó de estrés.
¿Por qué contratar a un wedding planner? "Yo trabajaba muchas horas y mi marido también, entonces no teníamos tiempo para organizar el casamiento. Además queríamos que nos aportaran ideas creativas", cuenta Romina.
"Cuando organizás la boda solo, no sabes por dónde empezar. Un organizador te orienta en todo lo que hay que hacer", agrega.
Romina y su marido mantuvieron varias entrevistas con Pavía para compartir lo que deseaban para su casamiento.
"Fue una boda religiosa. Ambientamos el salón en tonos blancos, con una iluminación especial y rosas blancas. El cotillón fue temático, basado en la vestimenta de los 70, con pelucas blancas y negras, y lentes", recuerda Romina, para quien contratar a un organizador fue fundamental a la hora de disfrutar de tan deseado momento, en compañía de la familia y los amigos.
Huevos
Adrián Pavía fue el wedding planner de Soledad Pastorutti y tiene una anécdota para compartir. Preocupada por el clima y apoyada por Pavía, la Sole llevó una docena de huevos a una imagen de Santa Clara de Asís en Recoleta, Buenos Aires. El civil llovió y a Sole no le gustó nada. Pero por suerte los huevos funcionaron para la ceremonia religiosa y la fiesta, que le tocó en un día espectacular.
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