lunes, 29 de junio de 2009

TRAS VOTAR, VOLVIAN A SUS CASAS Y RECIBIAN LOS BOLSONES

Para los bandeños, la entrega de mercadería es parte del folclore.


Una maquinaria electoral muy bien aceitada, que en la jerga política se conoce como "el manejo del aparato", se observó ayer en Banda del Río Salí. Como si fuesen los eslabones de una gigantesca cadena, cada puntero y cada dirigente desplegó su rol sin inconvenientes durante el acto electoral en el este tucumano.
Los móviles (taxis, "combis" y autos particulares) contratados para trasladar a los votantes fueron identificados -como se acostumbra en estos casos- con carteles en el parabrisas. "Aldo" en referencia a Aldo Salomón, "Goyo" por Gregorio García Biagosh, "Chirola" por Hugo Soraire y "Z.K." por el intendente, Zacarías Khoder. A simple vista se notó que la flota vehicular de mayor despliegue fue la que contrató el jefe municipal.
"Empezamos antes de las 8 y quedamos en que vamos a circular hasta las 18", explicó el taxista Esteban Alvarez. El chofer dijo que en general todos acordaron un pago de $ 150. Además, se observaron algunos vehículos con identificaciones "codificadas" como "KL", "LG", "UTD" y "Darío"; en cambio otros dispusieron su nombre completo como fue el caso de Fabián Cabeza y Rosa Nieva.
La propagación del virus de la Gripe A no amilanó a los bandeños. Ni autoridades de mesa, ni fiscales, ni votantes usaron barbijos o alcohol en gel para higienizarse las manos; tampoco almohadillas para sellar el sobre de votación. "No nos dieron nada de eso", explicó Ariel Gustavo Gómez, mientras cumplía el rol de vicepresidente de mesa en la escuela Crisóstomo Méndez.
Sin embargo, los agentes de seguridad de la Gendarmería admitieron a LA GACETA que habían recibido los elementos de prevención (guantes y barbijos, entre otros), pero que optaron por no usarlos. "Para no desentonar, preferimos dejarlos guardados", dijo un gendarme que pidió reserva de su identidad y que estaba apostado en la escuela Tiburcio Padilla, habilitada para el padrón femenino.
"Las mujeres vienen sin barbijos; imagínese los comentarios que harían si nosotros los usamos", agregó.
LA GACETA constató que hubo reparto de bolsones con mercadería, pero esta vez la distribución fue más discreta en relación a anteriores elecciones. Lo que no cambió fue la metodología de trabajo de la dirigencia hacia los vecinos.
La cadena comenzó a ponerse en marcha desde antes de las 8 y no se interrumpió hasta la tarde. El puntero buscaba a los vecinos en sus domicilios, luego los trasladaba en un vehículo hasta el lugar de votación y, una vez cumplida la emisión del sufragio, retornaba con los electores hasta sus casas.
Al bajar del vehículo, el puntero entregaba el bolsón (Ver "Casi cinco..."). Graciela Vega, vecina del barrio El Palomar, no tuvo reparos en hablar sobre la mercadería recibida. "Aquí ya estamos acostumbrados; es más, si no me vienen a buscar y no me dan un bolsón no voy a votar", afirmó.

Casi cinco kilos

Aceite de girasol "Cocinero" por 900 ml.
Azúcar "Doña Rosa" de un kilogramo.
Harina "Bonanza" (triple cero) por un kilogramo.
Yerba mate "El cosechero" por 500 gramos.
Harina de maíz "José López" por 500 gramos.
Sal fina "Manto blanco" por 500 gramos.
Tallarines "Reggio" por 500 gramos. LA GACETA

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