miércoles, 27 de enero de 2010

Tras la muerte de la joven argentina en Machu Pichu, iniciaron la evacuación de los turistas varados



La chica tenía 24 años, residía en City Bell y recorría el Camino del Inca. Estaba durmiendo en una carpa cuando una avalancha la sepultó. También murió un guía. Hay unos 700 argentinos en Aguas Calientes varados por el desborde de ríos.


Una turista argentina de 24 años que recorría el Camino del Inca murió sepultada por un alud de agua, barro y piedras desencadenado por las fuertes lluvias que azotan desde hace días el sur de Perú.

Lucía Ramallo Sarlo se había lanzado a la travesía que, año a año, encaran miles de turistas de todo el mundo y en el que reeditan el trayecto que los incas hacían siglos atrás para unir la ciudad de Cusco con Machu Picchu. La furia combinada del barro, las rocas y la lluvia provocaron una avalancha que arrasó con la carpa en la que ella dormía, instalada en la zona de Cuñayhuayna. No le dio tiempo a nada.

La chica residía en City Bell, cerca de La Plata. La misma suerte corrió el guía de turismo peruano Washington Huaraya Cusihuamán, quien también murió al ser arrastrado por un deslizamiento en el sector conocido como Cincuenta Gradas, en Inti Punku.

Los deslizamientos producidos por las tormentas que golpean al sur de Perú –las más fuertes en los últimos 15 años- dejaron también tres heridos y unas 2.000 personas varadas en la localidad de Aguas Calientes, dado que el alud bloqueó las vías de tren, que es el único medio a través del cual se puede salir de allí por vía terrestre. También hay muchas rutas cortadas por la acumulación de tierra y escombros.

Entre los aislados hay unos 700 argentinos. Esta mañana, el cónsul en Perú, Gabriel Volpi, advirtió que se necesitarán "no menos de dos días" para rescatarlos. Del operativo participan unos cinco helicópteros que trasladan a los turistas desde el pueblo hasta Cusco u Ollantaymbo, desde donde pueden tomar micros hacia otras regiones del Perú.

"La situación se volvió extremadamente difícil porque el agua y la comida comenzaban a escasear en Aguas Calientes, que es un lugar chico para albergar a tanta gente durante los tres días que los turistas permanecieron allí", dijo Pablo Pozo, de la oficina regional de comunicaciones de Cusco.

Precisó además que en el Camino del Inca "permanecen otros 200 turistas en condiciones aún más precarias, dado que duermen en albergues y con poca comida". Pozo explicó que como hoy cesó de llover, "los helicópteros de la Fuerza Aérea peruana pudieron establecer un puente y ya comenzó la evacuación de los turistas".

Dentro de todo, "Aguas Calientes es una zona segura", resaltó el periodista peruano Ricardo Correa, quien destacó que la situación "más complicada" es para aquellos que quedaron varados en la zona del Camino del Inca. El ingreso a la ciudadela estará cerrado por tres días debido a las condiciones climáticas.

Las lluvias destruyeron unas 1.000 viviendas en las zonas periféricas de la capital del departamento de Cusco, del mismo nombre, y en provincias cusqueñas, además de unas 9.000 hectáreas de cultivos, con pérdidas calculadas en unos 150 millones de dólares.

El presidente regional de Cusco, Hugo Gonzales, ordenó el cierre de Machu Picchu al turismo por tres días, porque las carreteras están interrumpidas. "No hay forma de llegar al complejo arqueológico, las vías están afectadas y la reparación tomará de 3 o 4 días".

Defensa Civil de Perú informó que en toda la región del Cusco 1.175 personas se encuentran damnificadas, y que otras 3.440 fueron afectadas, mientras que 237 viviendas quedaron destruidas, y 680 fueron dañadas.

El gobierno peruano declaró el estado de emergencia por 60 días en varias zonas de Cusco, como las localidades de Calca, Quispicanchi, Cusco Ciudad, Urubamba, Canchis, La Convención y Anta, y el departamento de Apurímac.
L V 12
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