miércoles, 27 de enero de 2010

El sol es uno de los factores que disparan el herpes labial


El sol puede ser un factor de reaparición de las lesiones de herpes bucal. Es una enfermedad infecciosa de origen viral y hay formas de evitarla.

Las causas que desencadenan la erupción típica del herpes labial no son del todo conocidas, pero se sabe que están asociadas con el estrés, y que las personas que lo padecen suelen tener identificados algunos factores que lo disparan. "El agente etiológico es el virus herpes simplex, tipo 1. En quienes ya han sido infectados el virus permanece en el organismo en estado latente", explicó José Massimo, jefe del servicio de Dermatología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, de Buenos Aires.

"No se conocen con certeza los mecanismos íntimos que producen los brotes. Estos ocurren en forma espontánea y están asociados a un abanico de situaciones: estrés físico o emocional, inmunosupresión, exposición a la luz ultravioleta", añadió Massino.

El herpes labial son vesículas o úlceras que salen en los labios y en las comisuras de la boca, conocidas como "ampollas febriles". "Es difícil prevenirlo. Quienes lo padecen en forma repetida conocen las situaciones que lo desencadenan. Entonces, el tema pasa por controlar la aparición", comentó el médico.

La infección por el virus herpes simplex está sumamente extendida, pero sólo hay manifestaciones cutáneas en un 10% de los casos. En el caso del herpes bucal, la mayoría de quienes sufren las consecuencias -que no suelen ir más allá de las lesiones en la boca- lo han contraído en la niñez.


Vías de contagio

El virus se transmite a través el beso, del contacto físico con el infectado o incluso al compartir las toallas u otros utensilios. Entre los dos y los nueve días después del contagio aparecen las lesiones en forma de vesículas y eczemas, pero en la zona no aumenta la temperatura.

Las lesiones se van entre los cinco y los nueve días posteriores a su aparición. El hecho de que las lesiones desaparezcan no significa que el virus se haya ido del organismo. Permanece latente y periódicamente pueden reaparecer las mismas lesiones.

Se trata de una de las infecciones en las que se ha comprobado claramente la intervención de factores psicosomáticos en la reaparición de los síntomas. De ahí que, además del estrés, actúan como disparadores los sucesos desagradables, como también otra clase de hechos (no necesariamente negativos o incluso agradables): una mudanza, un viaje, el fin de clases, un accidente, etcétera.

En las personas adultas el virus se transmite también por vía sexual, y produce las vesículas y eczemas en la zona genital. También puede ingresar por los ojos, dando lugar a un tipo de conjuntivitis que requiere inmediata consulta médica.

Tratamiento

El herpes se trata con antivirales, del tipo del aciclovir, de aplicación local y bajo prescripción médica. También hay un lápiz electrónico que actúa con calor. Se lo aplica ante los primeros síntomas que son bien conocidos por el paciente, antes de que aparezca la erupción. Este lápiz ayuda a inhibir la replicación viral abortando el brote de herpes y el desarrollo de las vesículas. De esta manera controla las manifestaciones de la infección.

No hay una vacuna contra el virus

La forma de prevenir el contagio es no tener contacto con el área lesionada por la infección cuando la enfermedad está activa, ya que es entonces cuando hay un alto concentrado de virus. No hay vacunas contra el herpes. Por lo tanto, hay que evitar los besos, compartir vasos y objetos que tomen contacto con la boca. Es el consejo más simple y adecuado.

LA GACETA
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