El sábado 28 de agosto hizo su entrada al puerto metropolitano -escoltada por veleros y buques- la fragata ARA “Libertad”. A bordo se encontraba un tucumano, Patricio Alberto Rearte oriundo de San Miguel, junto a unos 300 tripulantes más. Luego de itinerar --durante 4 meses y medio-- en una docena de puertos extranjeros, la fragata regresó al país de su cuadragésimo Viaje de Instrucción.
Patricio Alberto Rearte es un joven marino, tiene 22 años y 3 de ellos en la Armada Argentina. Por primera vez este tucumano dio la vuelta al mundo como parte de la tripulación, en el marco del viaje de instrucción que realizan los cadetes de la Escuela Naval Militar en su último año de estudio.
Patricio es cabo segundo y camarero de la fragata, “este es mi primer viaje en el buque, una experiencia única, y ahora he tenido la suerte de ser seleccionado para realizar la regata por el bicentenario de la Nación en el 2010”, apuntó el marino.
Anteriormente, Patricio cumplió destino en buques de la Flota de Mar, “pero no se compara la navegación entre un buque de guerra y un velero”, reconoció el tucumano. “Me apasiona la vida a bordo, recorrer mares y conocer distintos puertos; me llevo gratos recuerdos de este viaje porque conocí lugares que me llenaron de sorpresas, como Irlanda”, expresó.
Durante el viaje lo acompañó una foto familiar, un collar que le dejó su padre y un llavero de cuero con la forma de su querida provincia, Tucumán.
“En este viaje descubrí momentos tristes y alegres que pasan a bordo, lo bueno para destacar es la gente que hace posible el funcionamiento de la unidad día a día y la armonía para que todo salga bien. Y lo más doloroso es no poder compartir con tus seres queridos momentos únicos e irrepetibles como un cumpleaños, las fiestas y fechas por el estilo”, confesó el marino.
Marino y tucumano
Patricio nació el 19 de septiembre de 1986 en San Miguel, localidad donde aún tiene su domicilio y se encuentra toda su familia: madre y cuatros hermanos. “Vivo con ellos en mi casa natal, que se encuentra en el barrio Alvear en la calle Bolivia”, contó.
“Recuerdos de mi provincia son muchos… mis amigos y amigas del barrio, mis compañeros y compañeras de escuela, que hasta el día de hoy voy a visitarlos cuando tengo licencia y por supuesto a la familia”, apuntó el hincha de El santo de San Martín de Tucumán.
“Me contaron buenas anécdotas de la vida de mar y tuve ganas de experimentar y conocerla. Además, en el ámbito naval se conoce mucha gente de diferentes provincias, con sus costumbres y tradiciones y eso está bueno”, apuntó el marino tucumano, quien ingresó en el 2006 a la Armada Argentina.
Su función diaria como camarero está vinculada a la gastronomía a bordo. Sin embargo, en su rol de honores se desempeña como gaviero en el palo bauprés.
Cuando la fragata ingresa a un nuevo puerto, la unidad se engalana, es decir, se viste de fiesta. El rol de honores significa que Patricio --como sus otros compañeros gavieros-- se coloca el traje de época y sube a uno de los palos secundarios. Desde allí, despliega velas, amarra sogas, y desliza con habilidad ganchos y cuerdas en las alturas.
Para este joven marino, la Armada se define mediante dos palabras “lealtad y eficiencia. Y servir a la patria es día a día dar lo mejor de cada uno y estar dispuesto a dar la vida por nuestra bandera. Es un orgullo”, concluyó Patricio Rearte. (lv12)
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