AMALIA GRANATA LE HABRIA HECHO UN MALEFICIO AL OGRO FABBIANI

LA GUERRA DE GRANATA - FABBIANI NO TIENE FIN


La batalla legal y mediática entre la vedette y el jugador tiene un nuevo capítulo. Allegados a Cristian Fabbiani aseguró a sus más íntimos que la modelo rosarina le habría hecho un gualicho. Es más, el delantero de River estaría decidido ir a una bruja para ahuyentar los presuntos hechizos de su ex pareja.

Hoy la historia de la modelo y el futbolista escribe un nuevo capítulo. No es una novela, sigue el escándalo entre Amalia Granata y el Ogro Fabbiani.

Quienes conocen la interna de la batalla legal y mediática de Granata y Fabbiani cuentan que el jugador le aseguró a sus más íntimos que la panelista del ciclo “Un mundo perfecto” de América le habría hecho un gualicho. Es más, el “Ogro” estaría decidido en ir a una bruja para ahuyentar los presuntos hechizos que le haría su ex mujer. ¿Será éste el motivo por el cual su rendimiento en River no es el esperado?

“Amalia Granata no es una carmelita descalza, ni ninguna monjita de clausura. Yo voy a revelar secretitos", aseguró el periodista deportivo Quique Feldman. "Sé que ella tiene en su cuarto una poster del Ogro Fabbiani con una aguja clavada".

"Ella hace algunos trabajitos para que a él le vaya cada vez peor. Hablo con información recontra fidedigna. El entorno de Fabbiani está evaluando acudir a un truco para que terminar con toda esta energía”, declaró Feldman, quien asegura ser amigo del futbolista de River. Todo fue en el marco de las acusaciones de Amalia sobre su ex pareja y padre de su hija Uma.


PABLO ECHARRI: "JORGE RIAL DICE PELOTUDECES PORQUE TIENE QUE RELLENAR UN ESPACIO"

Echarri sin filtro: “Rial básicamente habla, y muchas veces dice una sarta de pelotudeces porque tiene que llenar un espacio. ¿Quedó claro, Jorge? Lo charlamos cuando vos quieras”.


“Jorge básicamente habla, y muchas veces dice una sarta de pelotudeces porque tiene que llenar un espacio. ¿Quedó claro, Jorge? Lo charlamos cuando vos quieras”. Así cerró Pablo Echarri una nota que puso al aire el programa Intrusos.

Todo había empezado con el título de una entrevista al actor en la revista Paparazzi que decía: “Los galanes que están en la televisión actual me dan un poco de sueño”, en alusión a la novela Valientes. Esto fue comentado por Jorge Rial en el ciclo, pero el titular molestó al actor, quien, bastante enojado, llevó a Rial –acostumbrado a desafiar en cámara a sus enemigos– a su propio terreno.

Pasadas las cinco de la tarde, el conductor le contestó. A partir de ahí comenzó a ventilar un sinfín de cosas de las que se había enterado, como que Pablo no se aprendía la letra en Montecristo o que no sabía nada de la época de la represión. Y repitió varias veces que el actor le había pedido a Telefe tres millones de dólares para encabezar una ficción. Por eso volvió a pasar la nota, frase por frase, y las objetó entre descalificaciones y chimentos.

“¡Qué ganas de romper las bolas! Jorge, nos conocemos hace mucho tiempo. Querer hacerme pelear con amigos míos, eso es gilada, eso le sirve al conventillo tuyo (…). Yo, básicamente, no te tengo miedo. Él dice ‘eh, sos del barrio, que me lo venga a decir en la cara’. Yo también soy del barrio y, si querés, te lo digo en la cara, a vos y a quien sea. Igualmente, todo lo ponés sobre la cabeza de nosotros porque, generalmente, a quienes les chupás las medias constantemente no les decís este tipo de cosas, los cuidás muy bien. Pero ponés sobre nuestra cabeza un montón de giladas y nos metés en la picota al pedo”. Así habló Echarri.

“Eso es amenaza”, aseguró Rial, que, casi irreconocible, completó: “Si vos tenés ganas de pelearte conmigo a las piñas, olvidate, porque no me pelearía ni con vos ni con nadie”. Y siguió con su descargo. Finalmente, puso al aire la grabación de la entrevista con Paparazzi, donde Echarri decía: “Veo de vez en cuando la tira de los chicos, Valientes, pero a mí me gustan otras historias (…), me aburrieron los galanes que ya de entrada son buenos (…). Con la sequía de producciones que hay, las propuestas son muy básicas (...). Claudio y Adrián buscan gente que les sea más funcional a sus negocios: actores vendibles que se pregunten lo menos posible y trabajen lo más posible, y yo ya estoy grande para esas cosas”.
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