El Satánico Pop Tour con el que el grupo Los Fabulosos Cadillacs hizo su rentrée en la escena del rock latinoamericano, luego de seis años de paréntesis a sus casi 25 años de historia, pasó el sábado a la noche por Rosario. Con un Hipódromo invadido por más de doce mil personas, la banda ofreció un show de alto nivel profesional y divirtió a las diferentes generaciones y estratos sociales presentes en el parque Independencia. Concebido casi como un "Grandes éxitos", es decir, como una retrospectiva del trabajo de los Cadillacs, al que se agregaron temas nuevos y covers, el concierto ratificó entre los más chicos y reavivó entre los menos jóvenes la emoción de volver escuchar a una de los nombres clave de la música contemporánea de estas pampas y otras latitudes hacia el norte del continente.
El ritual había comenzado con una tarde agobiante de más de 35 grados aún bajo los frondosos árboles de la avenida Alighieri. Una inmensa cola entró al predio lentamente para conformar el macizo gentío que recibió con una ovación a Vicentico, Sr. Flavio y compañía cuando el reloj daba las 22.10 y una brisa nocturna calmaba en parte los calores del día.
Un escenario teñido de azul y el tema original de las películas de "007" precedieron a una explosión de saltos y música cuando "Manuel Santillán, el León" hizo su introito de vientos y rebeldía. "Mi novia se cayó en un pozo ciego", "Carmela", el hoy antiquísimo ska de "Estoy harto de verte con otros" y el casi mítico "El genio del dub" le pusieron alegría, coros, pogo y algunos problemas técnicos (de luces y sonido) al esperado reencuentro de los Fabulosos con su público rosarino.
"Wake Up And Make Love With Me" fue el primero de los covers (del inglés Ian Dury, el mismo de "Sex and Drugs and Rock and Roll") que los Cadillacs engancharon a la tríada menos poderosa de la noche integrada por "Muy, muy temprano", "El aguijón" y "Paquito".
El primer invitado de la noche le puso cadencia de cumbia villera a miles de brazos en alto. Luciano Jr., ex percusionista del grupo, tocó "Padre nuestro" con imágenes de video en la única pantalla gigante que se bancó el concierto. "Saco azul" fue sólo un nexo con "Siguiendo a la luna", mientras el satélite aparecía tímido entre las nubes. "Los condenaditos" bajó el volumen que subió rápido con "Demasiada presión" y una versión impecable de "V Centenario". "La luz del ritmo", "Calaveras y diablitos" y "Gitana" fueron el preludio el momento más festejado de la recital.
"Carnaval toda la vida" es de esas que saben todos, al igual que "Mal bicho". En medio de ese tema, Vicentino se arrodilló ante un Sr. Flavio que blandía su bajo como un arma y dirigió la oración que terminó con el rugido de la multitud. "Digo no" sonó a reivindicación de los principios de libertad. Faltaba "El satánico Dr. Cadillac" para acabar de trabar la perenne relación entre el grupo y sus seguidores. Allí terminó el show.
"Basta de llamarme así" abrió los bises con Vicentico en armónica y Mimí Maura reemplazó la voz de Celia Cruz en "Vasos vacíos" como segunda invitada. La ternura de "Vos sabés" quedó casi desubicada cuando la multitud pedía sudar las últimas gotas a puro rock. Y tuvo su respuesta. "Matador" no defraudó y le puso el moño a un show compacto, profesional y emotivo a la vez.
El segundo bis fue una sorpresa para muchos. Dos covers, "Guns of Brixton" y "Let’s Lynch the Landlord", de The Clash y de Dead Kennedys, fueron interpretados con músicos invitados, entre ellos, Astor Cianciarullo, el hijo de Sr. Flavio, que con apenas once años se hizo cargo de la batería. "Yo no me sentaría en tu mesa" cerró la puerta a la nostalgia y le regaló pasos de baile al final de dos horas y media de concierto.
Sin problemas de seguridad ni sanitarios, y con un Hipódromo que volvió a demostrar sus virtudes como recinto para multitudes, los Cadillacs pasaron por Rosario. Y su impronta servirá para musicalizar las fiestas de los argentinos hasta su próximo regreso.
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