PASO MAS DE 30 AÑOS CON UNA RUEDITA DE UN AUTO DE JUGUETE EN LA FRENTE

El elemento, tal como lo extirparon
Un joven llamado Javier llevó durante 30 años una rueda de un auto de juguete clavada en la frente y recién se la hizo quitar ahora porque “nunca molestó ni nada”, según aseguró al diario español El Mundo.

Todo había comenzado de niño, en casa de sus abuelos, durante una pelea infantil con su hermano que, en un momento dado, enfurecido le arrojó un autito rojo que atravesó todo el comedor y frenó recién cuando impactó contra su frente. Hubo llanto, hubo gritos y una pequeña herida donde, sin que nadie sospechara, quedó alojada una ruedita.

"La herida se cerró y la rueda quedó dentro. No supimos que la tenía hasta que cumplí 15 años y el dentista, que me hizo unas radiografías para verme la boca, descubrió un puntito. Pero él pensó que era un 'perdigonazo', porque en esa época yo solía ir de caza con mi padre", aseguró Javier.

Sin embargo, la idea del perdigonazo no terminaba de convencerlos y comenzaron a buscar otras posibilidades. Hasta que recordaron la pelea de niños, el auto volando a través del comedor y la herida en la frente.

"Como no dolía y siempre me han dado mucho miedo los quirófanos decidí dejarla donde estaba. El problema llegó hace unos meses, que empecé a hacer deporte y a adelgazar y el 'chichón' comenzó a notarse demasiado. Por eso, por una cuestión estética, he optado por quitármela", declaró el muchacho.

Aunque el jefe de Cirugía Plástica del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, Juan Pedro Abaurrea, afirmó que era “uno de los casos más extraños” que vio, afirmó que "la presencia de cuerpos extraños por impactos o traumatismos es algo que se da con bastante frecuencia, más de lo que la gente pudiera pensar”.

En ese sentido, hubo otros casos, como el de una enfermera madrileña que tenía un clavo incrustado tan profundo en el talón que era invisible para el ojo y le llevó ir a consultar varios médicos hasta que descubrieron que era esa la causa de su dolor.

Hubo otros casos más bizarros, como el de un hombre que llegó al hospital Seattle Grace con varias cabezas de Barbie en su estómago. También, el de una mujer de 57 añosa la que en 2007 le extrajeron un lápiz de la nariz que le provocaba dolores de cabeza. O el de Ben Czilowki, un australiano jugador de rugby, al que le sacaron un diente que tenía incrustado encima de las cejas y pertenecía a un jugador de un equipo rival. MINUTO UNO

SE HIZO EL ENFERMO DE GRIPE PARA HACERSE ATENDER GRATIS Y AHORA DEBERA PASAR 10 DIAS PRESO



Un inmigrante campesino pasará 10 días encarcelado por fingir que era enfermo de gripe AH1N1 para intentar ser atendido gratuitamente en un hospital, informó la policía a la agencia oficial Xinhua.

El hombre, de apellido Li y que emigró a la ciudad de Tieling (provincia nororiental de Liaoning) en busca de trabajo, fue castigado por "mentir sobre una situación epidémica grave", de acuerdo con las fuerzas de seguridad locales.

Al parecer, Li se sintió enfermo a mediados de la semana pasada pero decidió no ir al médico porque no podía pagárselo (en China, el sistema de seguridad social cubre a apenas un 10 por ciento de la población).

Sin embargo, se enteró por la televisión de la existencia de la gripe AH1N1 y decidió hacerse pasar por un paciente con esta enfermedad para ver si podía ser atendido gratis. El pasado viernes, día 15, Li fue diagnosticado de gripe ordinaria, y ya se ha recuperado de la enfermedad.

El país asiático ha registrado siete casos de gripe AH1N1 en su territorio (cuatro en China y tres en Hong Kong), hasta ahora todos ellos de viajeros con origen en Norteamérica (Canadá, EEUU y México).

El hecho de que médicos y hospitales en China sean de pago provoca que muchos chinos no puedan pagarse una correcta atención médica, o que, en caso de que en su familia alguien enferme de gravedad o requiera una operación quirúrgica, tengan que endeudarse durante años.