viernes, 22 de mayo de 2009

LOS HINCHAS FAMOSOS DE LOS LAKERS DE LA NBA SON FANATICOS Y FORMAN PARTE DEL FOLKLORE DEL BASKETBOL DE EE UU



Los Angeles.- No hay un equipo tan venerado por Hollywood como Los Angeles Lakers. Las celebridades más asiduas como Jack Nicholson, Denzel Washington, Leonardo DiCaprio, Dustin Hoffman o Andy Garcia forman ya parte de la decoración usual del estadio Staples Center de Los Angeles.
Ahora es tiempo de playoffs y el peso de las estrellas se hace más palpable que nunca. Las celebridades de Hollywood están en las pistas empujando a su equipo hacia un anillo de la NBA. Cuanto más se acerca el final más caras conocidas se dejan caer por el estadio de los oro y púrpura.

El martes por la noche, durante el primer partido de la final del Oeste contra Nuggets de Denver, se dejaron ver varios famosos de la farándula. Como ya es habitual, en primera fila, vestido completemente de negro y con sus lentes oscuros, estaba el enigmático Jack Nicholson, proclamado por la NBA como el fan famoso número uno de los Lakers.

El ganador de tres premios Oscar disfruta de esa ubicación en el estadio desde hace tres décadas. Este consumado fan no sólo arenga y a veces despelleja a los jugadores, sino que también habla con los entrenadores de ambos equipos, y lo más importante: nunca falta a un juego.

No suele hablar más que con sus amigos, a la prensa ni agua. El que sí se detiene a charlar con dpa es el actor cubano-estadounidense Andy Garcia. El fan famoso número cinco de los Lakers elogió a Pau Gasol después de salir de tomar un refresco de una de las salas VIP del estadio. “La verdad es que elegir un jugador favorito entre los Lakers es como elegir un hijo favorito. No me pida eso, por favor”, dijo entre risas el protagonista de “When a Man Loves a Woman”, que desde niño le ha seguido los pasos a los angelinos.

En la misma esquina se ve a Denzel Washington que, en compañía de su familia, disfrutaba de un pretzel (pan con mostaza) mientras los jugadores descansan. Todo está tranquilo después de que los Lakers fueran perdiendo por 13 puntos y lograran remontar en el último minuto.

En el otro extremo, enganchada a su iphone, está Drew Barrimore, la que fuera la joven protagonista de “E.T”. La rubia actriz va un tanto despeinada y luce unas sandalias de tacones que llaman la atención. Pese a estar pendiente del teléfono, no duda en animar a sus jugadores en un partido que se puso más que difícil para los locales. Sin embargo, o bien no aguantó los nervios de los minutos finales o encontró algo mejor que hacer, porque decidió marcharse antes de tiempo.
Y eso que la silla de Drew Barrimore no es ni mucho menos barata.


Muchas de estas celebridades pagan hasta 3.000 dólares a pie de pista, incluso hay un personaje encargado de atender las excentricidades de estos famosos: Tim Harris, vicepresidente de las operaciones de negocios de Los Lakers.
Harris tuvo que aprenderse el nombre de muchos famosos para poder ubicarlos en las 70 mejores sillas del estadio y distribuir los pases para el codiciado bar VIP de Wachovia, que cuenta con una capacidad para 100 personas.
Muchas veces Harris tiene que lidiar con famosos que quieren entradas a última hora y con la mejor ubicación (por ejemplo, al lado de Nicholson, que ya tiene silla asignada). Harris hace lo mejor por complacer a las estrellas, pero muchas veces ha tenido que aclararle a más de una celebridad que los jugadores no van a ir a saludarlos durante el descanso.

A algunas de estas caras famosas les encanta interactuar con los jugadores. Algunos saludan a Koby Briant o a Pau Gasol mientras calientan, aunque éstos casi siempre los ignoran. Lo certifica el pivot español que en el vestuario le confesó a dpa que lo suyo es estar pendiente de la canasta y nada más. “La verdad es que me encantaría estar con ellos, pero cuando estoy en la cancha me concentro en el juego. Desafortunadamente, no puedo, ni tengo tiempo para compatir con los famosos”, afirmó Gasol.

Para el número 16 angelino es un honor tener a Jack Nicholson en su bando. “Es el fan más fiel de todos”, indicó.



Así las cosas, Hollywood y Los Lakers parecen ser el matrimonio perfecto. Además es el negocio ideal ya que el equipo puede ampliar su alcance de mercadeo más allá de la página de deportes. Muchas web de celebridades destacan la lista de artistas y cuentan los chismes de las parejas que asisten a este evento deportivo. Es obvio que la presencia de las estrellas de Hollywood aumenta la popularidad de la NBA y el Staples Center.

“Cualquier equipo de deporte quiere convertirse en el favorito, al que todo el mundo quiere ir a ver”, señaló en alguna ocasión David Carter, director ejecutivo del Sports Business Institute de la Universidad del Sur de California, al diario “Los Angeles Times”.
El actor Tobey Maguire, asiduo fan de Los Lakers, reconoce que asiste a los partido sólo porque es un fanático, pero cree que hay un elemento de entretenimiento y de show en el juego.
Así trascurren estos días en el punto de mayor concentración de estrellas de Hollywood. El baloncesto y los Lakers es el sitio de moda y más si consiguen ganar un título que se les resiste desde hace años.

No hay duda de que los Lakers son un equipo especial. Son quizá los únicos que se puede vanagloriar de tener de fan a un carpintero o a un Premio Nobel de Literatura. La semana pasada los angelinos contaron con el privilegio de ser observados por el escritor colombiano Gabriel García Marquez, que se dejó ver por allí con su hijo Rodrigo. (DPA)

JOHN TRAVOLTA ADOPTARA UN VARON COMO HOMENAJE A SU HIJO MUERTO


Hace unos meses falleció su hijo Jett, que tenía 16 años.

Sólo unos meses pasaron de la muerte de Jett Travolta, de 16 años, el hijo de John Travolta que falleció durante las vacaciones familiares en Bahamas.

Sin embargo, John Travolta quiere volver a ser padre y adoptar a otro varón porque sería “un magnífico homenaje a Jett”, aseguró el actor.

Como informa el diario Clarín, la decisión de adoptar un chico no surgió del actor ni tampoco de su mujer, sino de la hija de ambos, Ella Bleu de 9 años.

La nena le dijo a sus padres que le gustaría mucho tener un hermanito y ellos rápidamente se anotaron en una agencia de adopción para cumplirle el deseo a su hija.

UNA PAREJA SE FUGO LUEGO DE QUE EL BANCO LE DEPOSITARA EN SU CUENTA 6.000.000 DE DOLARES POR ERROR


Leo Gao y Cara Young pidieron un crédito de 6.000 dólares, pero un error del Westpac Bank dejó en su cuenta más de 6 millones.

Leo Gao y Cara Young, si se confirma que esos son sus verdaderos nombres, pidieron el 5 de mayo un crédito de 10.000 dólares neozelandeses (unos 6.000 dólares norteamericanos) para su pequeño negocio, pero un error del banco dejó en su cuenta 1.000 veces más, es decir, más de 6 millones de dólares, según la agencia de noticias local NZPA. La cifra ha sido confirmada después por CNN y una televisión local, aunque el banco en cuestión se niega a dar datos concretos.

Lejos de avisar al banco y devolver la cantidad, la pareja emprendió la huida. Dos días después, el negocio estaba cerrado y el tranquilo pueblo de Rotorua lleno de agentes de policía y detectives privados pagados por el Westpac Bank.

La policía ha lanzado una búsqueda internacional y ha pedido ayuda a la Interpol porque se cree que la pareja está en China, según el periódico locar The Rotoura View, que cita fuentes policiales. El sargento David Harvey asegura, además, que su equipo trabaja en colaboración con el banco.

"El domingo nos dimos cuenta de que algo más estaba pasando" asegura Tania Davies, una vecina del lugar, que relata las sospechas surgidas en el pueblo cuando vieron que el negocio estaba cerrado y los detectives no paraban de llamar a las puertas.

Fuentes citadas por la agencia Reuters aseguran que el banco ha conseguido recuperar parte de lo "robado", sin concretar cifras. El banco quiere hacer como si nada pasase y ni niega ni confirma los detalles, pero al tiempo asegura que está "llevando a cabo enérgicas actuaciones civiles y criminales para recuperar la suma de dinero robado". La aventura de Leo Gao y Cara Young puede terminar entre rejas.LA CAPITAL


LOS "JONAS BROS" CONVOCARON A MILES DE ADOLESCENTES EN RIVER


El trío de hermanos estadounidense debutó en el Monumental con la cantante Demi Lovato como telonera.

El trío pop estadounidense Jonas Brothersse presentó finalmente anoche en el estadio de River Plate para enardecer a una multitud de adolescentes, con mayoría femenina, con un repertorio conocido por los "fans".

Paul Kevin II, Joe Adam y Nik(Nicholas) Jerry Jonas son hermanos y proceden de Nueva Jersey, están muy vinculados a la factoría Disney y pertenecen a la empresa Universal Music Group, delineadora de su carrera.

Los tres andan por los 20 años, tienen cuatro álbumes editados y ya cumplieron decenas de giras por Estados Unidos y otros países. El show comenzó poco después de las 20 con una versión de "We will rock you", de Queen, que dio pie para que los hermanos norteamericanos hicieran desatar la locura de sus fanáticas.

Los Jonas Brothers cantaron en su mayoría temas de su nuevo disco "A little bit longer", entre los que se destacaron "Hold on" y "Burning up". En un momento Joe hizo subir al escenario a una niña de unos 5 años para entonar parte de "I gotta find you", que luego terminó de cantar con sus hermanos.

Cualquiera puede acudir a un show de los JB con muchos prejuicios, entre ellos aquél que los señala como un mojón cultural del conservadurismo más craso en su país, a punto de que se ha publicitado que los tres hicieron voto de castidad hasta el matrimonio.

Si es así, hay que ver cómo se las arreglan con las oleadas de progesterona que les llega desde las plateas, con chicas "teens" y mamás aún en edad de merecer capaces de algún desatino con tal de tenerlos cerca. MINUTO UNO


Los chicas quieren divertirse


Lo que sorprende es que los JB son músicos interesantes, cantantes con ángel y compositores -si es que son ellos quienes componen- atendibles, aunque no originales. Más de un título se asemeja sospechosamente a famosos precedentes.

A primera vista se parecen muy poco a los grupos de rock tradicionales: pulcros en el vestir y en los peinados, dan la sensación de atrasar 50 años y pertenecer a aquellos grupos pre-Beatles surgidos a todo lo ancho de Estados Unidos a mediados del siglo XX.

Hasta el rock que hacen es cuadrado y sus letras -para quien llega a descifrarlas- están muy lejos de la desazón ante el mundo y la opción por vidas diferentes que curten muchos rockeros, incluso argentinos, a partir de la década de 1970.

Otra cosa sucede con la telonera Demi Lovato, quien a pesar de pertenecer también a la línea Disney tiene el encanto y el swing suficientes como para llegar en su madurez a compromisos artísticos más arriesgados, siempre y cuando modere su vocecita destemplada cuando habla con el público.

La chica abrió su segmento con "La La Land" y tuvo muy buenos momentos con "Don't Forget" -tema principal de su flamante CD + DVD- y con "Gonna Get Caught", temas que el público pareció conocer al dedillo.

Ni Lovato ni los JB hicieron bises y nadie los pidió, como si hubiese un acuerdo sobre la fugacidad de los hechos, como sucede en TV, cuando el goce de un artista es privado y circunscripto al hogar.

Si no, cómo se explica que familias enteras gasten fortunas en comprar sus localidades y finalmente vean el show con todos sus miembros parados en la sillas, hamacándose, cantando a todo trapo más o menos por fonética y aun haciendo la "ola" del fútbol.

La euforia llegó a interrumpir la ejecución de algún tema con ataques de entusiasmadas ovaciones de las exaltadas adolescentes, ante la mirada incrédula de los intérpretes, contentos con el festejo del público pero atónitos ante ese exceso de confianza.

Seductores aunque discretos ante las chicas, sin apelaciones abiertas al "sex-appeal", los JB dieron lo que vinieron a dar, incluso con demagogias como vestir una camiseta del 10 y enarbolar una bandera argentina para intentar ganarse la simpatía de sus 50 mil fans.MINUTO UNO

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