Miles de tucumanos expresaron su fervor mariano peregrinando hacia La Reducción, hacia Catamarca o en la procesión llevada a cabo en el sur de la provincia. La festividad de la Inmaculada Concepción de María, que se conmemoró ayer, movilizó a gente de todas las edades, unida en la fe a la Madre de Dios.
La lluvia y el frío que castigaron a los peregrinos durante la noche del lunes y la madrugada de ayer no hizo mella en el empeño por cumplir promesas o agradecer favores, pero mucha gente debió asistida en los puestos sanitarios que se habían instalado en el predio del santuario de la Virgen del Valle en La Reducción.
Un clima de recogimiento, y a la vez de alegría, se notaba en las madres que caminaban empujando los cochecitos con sus bebés, en medio del campo; con las banderas anudadas al cuello o flameando sobre sus espaldas. O en los misachicos que se acercaban desde los barrios periféricos haciendo sonar los bombos y las armónicas para anunciar el paso de la imagen Virgen del Valle que llevaban en andas.
El desfile de peregrinos fue permanente hasta ayer por la tarde, después de la última misa y de la procesión en honor a la Virgen. Pero el grueso de los devotos concurrió al primer oficio del día, a la 0 hora. Muchos acamparon y durmieron en el predio de la parroquia, otros regresaron en los colectivos de dos empresas de ómnibus interurbanas que circularon toda la noche, y otros retornaron a pie, como habían ido, cansados pero con el corazón lleno de alegría.
TESTIMONIOS
Graciela Cáceres expresó: "la Virgen es muy milagrosa. Yo también llevo bendiciones para mi familia y para mi patrona. Hace cinco años me operaron de un fibroma y me pincharon la vejiga. Tenían que hacerme varias operaciones, pero le recé a la Virgen y ya no hizo falta que me hicieran nada más", cuenta.
Miguel Angel Martín y su esposa, Gladys Cajal, peregrinan desde hace 20 años, junto con familiares y vecinos del barrio Diagonal Norte. "En 1989 operaron a mi marido del riñón dos veces. Pero no andaba bien y lo iban a intervenir por tercera vez. El hizo una promesa a la Virgen, y todo anduvo bien", relató Gladys.
A las 9, el arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, ofició la misa ante unos 10.000 peregrinos -según fuentes de la parroquia-, junto al párroco de Nuestra Señora del Valle, padre Néstor Gómez.
El obispo de la diócesis de Concepción, monseñor José María Rossi, formuló ayer una firme exhortación a asumir la responsabilidad que cada uno tiene en la vida a fin de construir una sociedad mejor. Lo hizo en la homilía que pronunció durante la misa previa a la procesión con la imagen de la Virgen, que se llevó a cabo en Concepción ayer por la tarde, con la participación de miles de peregrinos. Los misachicos le dieron un matiz particular a la festividad.
Cambio climático
"Hay que aprender a hacernos cargo de nuestros compromisos como cristianos y ciudadanos, pues todos tenemos algo que brindar a la humanidad o al que está al lado nuestro", dijo Rossi. Destacó la actitud de María cuando un ángel le anunció que concebiría al Hijo de Dios. "Se hizo cargo, de corazón, de su misión divina", apuntó el prelado. Resaltó, asimismo, la enorme responsabilidad de los estadistas que están reunidos actualmente en Copenhague, Dinamarca, para discutir medidas tendientes a frenar el cambio climático. "El futuro de la humanidad está en sus manos. Y deben asumir plenamente esa responsabilidad", remarcó.
LA GACETA
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