viernes, 1 de enero de 2010

EL MUNDO RECIBIO EL 2010 CON FIESTA Y COLOR EN LAS PRINCIPALES CIUDADES

Los primeros en despedir el 2009 fueron los habitantes de la isla Navidad del Estado de Kiribati, en Oceanía. En París, la Torre Eiffel mostró nuevas luces. Unas 2 millones de personas se reunieron en la playa Copacabana de Río de Janeiro. Los festejos en Nueva York tuvieron fuertes medidas de seguridad.


Son 112.850 habitantes y fueron los primeros en despedir el 2009 y darle la bienvenida al 2010. Son los residentes de Kiribati, un Estado del Océano Pacífico formado por 33 islas. Precisamente, en la isla Navidad fueron los primeros en brindar. Más tarde, les siguió el mundo entero.

La isla de Navidad (Christmas ó Kiritimati), está situada a 232 kilómetros al norte de la línea ecuatorial y es una de las 33 islas de esta nación del Pacífico. Sus habitantes comenzaron a vivir el año nuevo antes que cualquier otro territorio poblado de la Tierra, a las 7 de la mañana de ayer en la Argentina.

Los habitantes de Oceanía fueron de los primeros en saludar al 2010. Como ya es costumbre, la ciudad australiana de Sidney recibió el año nuevo con su famoso show de fuegos artificiales, que retransmitieron en directo canales de televisión de medio mundo para una audiencia superior a los 1.000 millones de televidentes.

En París, más de 8.000 policías y soldados fueron desplazados para brindar mayor seguridad. La Torre Eiffel fue decorada para comenzar las celebraciones por su aniversario número 120 con cientos de luces de colores que ahorrarán más energía que otro tipo de iluminación utilizado en el monumento.

España festejó también con un programa de luz y sonido en la Plaza del Sol de Madrid. Las imágenes de los 27 países del bloque europeo fueron proyectadas en el edificio central de correos.

En Londres, a pesar de las temperaturas bajo cero, miles de personas se reunieron a la orilla del río Támesis para ver los juegos pirotécnicos que fueron encendidos justo en el momento en que el Big Ben marcó exactamente la medianoche, una hora después que en la zona continental de Europa occidental.

Unas dos millones de personas recibieron con euforia el Año Nuevo en la famosa playa Copacabana de la ciudad de Río de Janeiro, donde, tras seis días de lluvia, la noche dio una tregua para las celebraciones. En toda la ciudad, 16 toneladas de fuegos artificiales dieron la bienvenida al 2010.

En Nueva York, la plaza de Times Square reunió a una gran multitud entre fuertes medidas de seguridad. El descenso de la bola de cristal multicolor marcó los últimos momentos de 2009, una tradición centenaria, y dio paso a una lluvia de toneladas de confetis.

Policías vestidos de civil o en uniforme, cámaras de vigilancia, equipos de detección de material radioactivo o biológico fueron movilizados para la ocasión, y las mochilas y el alcohol estaban prohibidos en la plaza cercana al barrio de los teatros de Broadway. www.clarin.com

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