viernes, 28 de agosto de 2009

LLEGA LA TV DIGITAL A LA ARGENTINA

La Argentina finalmente optará por el sistema japonés ISDB-T, el cual, en la región, es impulsado por Brasil.


Tras más de tres años de negociaciones, rumores y simulacros de anuncios, la Argentina por fin parece decidida a dar el paso y anunciaría, antes del fin de semana, su entrada en el mercado de la televisión digital.

El escenario para el anuncio será la Cumbre Extraordinaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), que comienza este jueves en la ciudad rionegrina de Bariloche. La elección de ese marco no es casual: la Argentina finalmente optará por el sistema japonés ISDB-T, el cual, en la región, es impulsado por Brasil.

Y la intención del Gobierno es que la presidenta Cristina Kirchner explicite la decisión en compañía de Luiz Inácio Lula da Silva.

De cara al viernes, también está previsto el viaje de un funcionario del gobierno japonés para asistir al evento. Brasil adoptó el sistema japonés de TV digital y ya produce televisores y aparatos con esa tecnología en Manaos, con financiamiento del país oriental, por lo que ampliará su mercado con esta adhesión de la Argentina.

El ministro de Comunicaciones de Brasil, Hélio Costa, adelantó la opción elegida por la Argentina luego de hablar telefónicamente con su par local, Lisandro Salas.

Con esta decisión, el país desestima las opciones de los sistemas estadounidense y europeo para ir realizando el denominado "apagón" del actual sistema analógico de televisión.

Pero lo cierto es que más allá del gesto político, la instauración de un servicio que modificará el modo de mirar televisión ya despierta interés y, también, alimenta interrogantes acerca de los beneficios que recibirá el usuario final.

¿Qué diferencia a la televisión digital de la que se consume hoy en día?
¿Sirve el televisor actual para disfrutar del nuevo servicio o se tendrá que comprar uno nuevo? ¿Cuánto costará la prestación?
¿Qué pasará con aquellos que tienen contratado un servicio de cable?


Todas estas preguntas forman parte de una serie de interrogantes que pronto se discutirán en el living de numerosos hogares de la Argentina.

En búsqueda de dar respuesta a cada uno de ellos, iProfesional.com consultó a una serie de especialistas que dieron precisiones respecto de qué significa entrar en la etapa de la televisión digital.

Perfil inicial

Consagrada la elección del ISDB-T, la Argentina dejará atrás la etapa marcada por el reinado de la televisión analógica. Pero, ¿en qué consiste cada una? ¿Qué características las hace diferentes?

“La televisión analógica es una señal que va variando en forma continua. Es como un electrocardiograma: esa es su forma de transmisión. En cambio, la televisión digital no se transmite de esa manera, sino que opera a través de ‘ceros’ y ‘unos’, que es lo que le da el status de, precisamente, digital”, comentó a iProfesional.com Esteban Di Tada, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo (UP).

“Ese pasaje de la imagen y el sonido a ceros y unos se realiza a través de una codificación que varía de acuerdo al estándar elegido. Todos los estándares comprimen imagen y sonido, de manera tal que permiten aumentar la cantidad de canales que pueden captarse mediante una única señal”, añadió.

¿Y cuál es el resultado de esa compresión? Di Tada aportó una serie de puntos a tener en cuenta:

* “Permite transmitir más canales en el mismo lugar en el que antes podía emitirse uno solo. Se transmitirían hasta 4, por cada uno de los que tenemos hoy”, dijo.

* “Se eliminan las interferencias que ostenta la televisión analógica. No se ve mal: directamente se ve o no se ve. Como sucede con un DVD”, apuntó.

* “El sonido también recibe una compresión, y aparece con calidad de MP3. Esa codificación permite ganar espacio en un número mayor de canales”, señaló.

Di Tada sostuvo que el ISDB-T ofrecerá ventajas, principalmente, para la televisión abierta. “Se podrán desarrollar más canales a mejor calidad. Y también se abre la puerta para la TV por celulares. Sin dudas, marcará una experiencia nueva para los usuarios”, destacó.

Interactividad de aire

Di Tada sostuvo que el salto que permite la televisión digital “no está sólo en la cantidad de canales y la calidad que garantiza el servicio”. “Otra ventaja está en que permite ofrecer más servicios: el televisor pasa a comportarse como una computadora”, puntualizó.

“Todo se recibe a través de una antena. El dilema, en todo caso, pasa por evaluar cómo hago para transmitir un pedido, la compra de una película, por ejemplo, o información desde mi hogar. Para eso también se necesita una antena, aunque más costosa que la primera”, expresó.

En tanto, Valle aseguró que “la interactividad vinculada con la televisión digital es de carácter local”. “En realidad, se transmite más información de la que se ve. El usuario interactúa con datos que ya están volcados al televisor antes de que surja una determinada necesidad”, apuntó.

Dado que estas particularidades abarcan a la televisión de aire, ¿la elección de un estándar digital modifica en algo el servicio que hoy reciben los usuarios de cable? En ese sentido, Di Tada argumentó que, consagrada una norma, “los cableoperadores posiblemente deban reajustar sus señales en función de aquellos canales que vienen de aire”.

Valle sostuvo que, ya en el espacio del usuario final de cable, “la migración a la televisión digital no les implicará ningún cambio significativo”.

¿Dependencia tecnológica?

Más allá de la cuestión visual y operativa, la elección del estándar que motoriza Brasil inaugura interrogantes respecto de la dependencia que, en materia de tecnología e insumos, la Argentina puede sufrir producto del nuevo vínculo.

“Hay cuestiones por demás interesantes, que aún deben definirse. Principalmente en lo que hace a lo industrial y al espacio del consumidor. Desde ya, lo que queda claro es que el mercado a nivel fabricantes será muy chico”, explicó a este medio el analista Enrique Carrier.

“En Europa, por poner un ejemplo, se da un número más grande de fabricantes de televisores y por ende los precios son menores. Que Brasil sea el principal fabricante es un riesgo”, opinó.

Carrier destacó el componente político como un argumento que pesó sobre la decisión. Y concluyó su aporte con una alarma: “Brasil consiguió financiación para la puesta en marcha de fábricas de equipamiento. Hay que ver cómo los fabricantes argentinos pueden enfrentar eso y si esa capacidad existe”.

No hay comentarios: