La policía tucumana dice que detiene a siete arrebatadores por día

Los datos son elocuentes. Cada día, la Policía atrapa en la provincia a siete arrebatadores. En el 90% de los casos, las víctimas son mujeres. Y, según expertos, los ladrones que utilizan esta modalidad de robo son cada vez más violentos.

El comisario Luis Mansilla es jefe de Patrulla Motorizada. Los arrebatos, hoy por hoy, son el principal reto para Mansilla y sus agentes. "Este delito tiene una característica primordial, que es la oportunidad. Los delincuentes no actúan si no ven que está oscuro y hay una víctima accesible. En la inmensa mayoría de los casos se trata de mujeres; en menor medida perjudica a niños. Pero es muy difícil recordar hechos en los que hombres hayan sido los damnificados", relató el comisario.

Recientemente, el juez de Menores Raúl Ruiz dijo que los adolescentes en conflicto con la ley están actuando cada vez más violentamente. Las causas de estas conductas, explicó el magistrado, son varias: la marginalidad, la falta de límites y el alto índice de consumo de drogas eran algunos ejemplos. Muchos de ellos se "especializan" en arrebatos.

En las últimas horas,
se produjeron en la provincia varios episodios preocupantes.

Ayer a la mañana, Fátima García estaba caminando por Los Chañaritos, al sur de la capital. De pronto, un delincuente apareció ante ella, le dio un terrible golpe y le quitó la cartera, en la que tenía dinero y documentos personales. El ladrón huyó en una moto. Personal de la seccional 13ª, al mando de los comisarios David Leiva y Heberto Cortez, atrapó a un tal "Topo", de 21 años.

A las 2, Jessica Alderete, de 16 años, estaba en la vereda de su casa, en barrio ATE. Según el informe policial, un asaltante la amenazó con un cuchillo y le robó el celular y la campera.

El domingo a las 20, Sandra Elizabeth Pico, de 45 años, caminaba por calles Rivadavia y Chile cuando recibió un terrible golpe en la cabeza. Un ladrón la había atacado para llevarse su cartera, que contenía $ 130 y su DNI.

Otro caso se produjo el viernes a las 13.20, en la esquina de Lavalle y avenida Sáenz Peña. Julieta Aguirre, de 17 años, acababa de salir de un colegio que está en esa zona cuando un asaltante la interceptó y le puso un cuchillo en el cuello. Tras esto, le quitó el celular y huyó. "Ese tipo le hizo un corte en la garganta. Va a estar asustada mucho tiempo por esto que pasó. ¿Cuándo van a hacer algo las autoridades? ¿Estamos esperando a que maten un chico a la salida de una escuela para tomar precauciones?", dijo su padre.

Cambiaron con el tiempo

Mansilla recalcó que del total de detenidos por el personal que trabaja en la Motorizada, cerca del 17% son arrebatadores. "Es muy difícil hacer prevención en este tipo de delitos, pero trabajamos para ello. Incluso, con el correr del tiempo, la tarea se complica. Hace 10 años, los que tenían esta modalidad estaban más o menos identificados. Eran clanes familiares generalmente reconocidos. Pero hoy no es así; nos pasa cada vez con mayor frecuencia que atrapamos a un motoarrebatador y su vehículo está en regla y tiene carnet de manejo. Jamás se pensaría que esos vehículos son usados para delinquir. Creen que son impunes", aseveró.

Además, indicó que la clave está en percatarse de que un delincuente está por atacar. "Ellos están en actitud de caza. Por eso, es muy importante lo que nos dicen los vecinos. La mitad de nuestra estrategia está basada en lo que dialogamos con los referentes barriales; también nos guiamos mucho por las denuncias que se reciben en las comisarías y en nuestra división. Lógicamente, los operativos sorpresa, que denominamos ’de impacto’, también son muy importantes", expresó el comisario. Por último, indicó que el 80% de los casos en los que intervienen los motoristas son esclarecidos.
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