jueves, 23 de abril de 2009

BOB DYLAN: "SOY SALVAJE Y SOLITARIO"



Lanzará Together Through Life, su disco número 46, el próximo 28 de abril.
De aperitivo, fue entregando en su sitio web oficial fragmentos de una extensa conversación con el periodista Bill Flanagan —autor de libros de entrevistas con músicos y vicepresidente de VH1—, que aquí se publica completa, con sus comentarios sobre Obama, su análisis de personajes históricos como Hitler, sus opiniones sobre los Rolling Stones y los detalles sobre cómo compuso sus últimas canciones.

- Buena parte de este álbum parece un disco de Chess de los años cincuenta. ¿Tenías ese sonido en la cabeza o llegó cuando empezaste a tocar?
—Hay bastante de esa sensación. Es sobre todo la manera en la que se tocaron los instrumentos.

—¿Te gusta ese sonido?
—Sí, mucho... Los viejos discos de Chess, los discos de Sun... Ese es mi sonido favorito para un disco.

—¿Qué te gusta de ese sonido?
—Me gusta el ambiente de esos discos, la intensidad. No es un sonido atestado. Hay fuerza y suspenso. Toda la vibración parece como si viniese del interior de tu mente. Está vivo. Es apropiado. Se clava en tu cabeza como un dolor de muelas.

—¿Creés que los hermanos Chess eran conscientes de lo que estaban haciendo?
—Por supuesto, ¿cómo podrían hacerlo, sino? Creo que pensaron que estaban haciendo historia.

—¿Conociste a Howlin’ Wolf? ¿A Muddy Waters?
—Vi varias veces actuar a Wolf, pero nunca lo conocí. A Muddy lo conocí un poco.

—Sospecho que muchos hombres se identificarán con “My wife’s homen town”. ¿Te metiste alguna vez en un lío con tus suegros por tus canciones?
—No, realmente. A la única persona a la que le podría importar, le encanta. De todos modos, esta canción era como un cumplido.

—¿Se te acercan los parientes en las reuniones familiares y te preguntan cuándo vas a escribir una canción para ellos?
—Sí, la mujer de uno de mis tíos solía molestarme todo el tiempo: “Bobby, ¿cuándo vas a escribir una canción sobre mí? Poneme en la radio”. Me resultaba incómodo.

—¿Cómo conseguías escabullirte?
—Decía: “Ya lo hice, tía. No escuchás las radios correctas”.

—¿Tenés en la cabeza una imagen del lugar donde transcurren estas canciones? ¿Dónde está el tipo de “Life is hard” cuando canta la canción?
—Surge de una road movie de Kansas City a Nueva Orleans. El tipo probablemente está en algún lugar del camino.

—¿Película?
—Sí.
—¿Cómo te involucraste?
—El director francés Olivier Dahan me pidió que compusiese algunas canciones para una película que él escribió y dirigió (My Own Love Song, todavía sin estrenar).

—¿Cuándo fue eso?
—No recuerdo exactamente, el año pasado.

—¿Qué encontraste haciendo eso? ¿En todo momento tenés que conseguir que las canciones se aproximen al argumento de la película?
—Había visto una de sus películas, la que trata sobre la cantante Edith Piaf, y me gustó.

—¿De qué se trata?
—Es un viaje... un viaje de autodescubrimiento... tiene lugar en el sur de América.

—¿Quién actúa?
—Cuando hablamos no sabía quién iba a actuar. Creo que ahora están Forest Whitaker y Renee Zellweger.

—¿Y quería que hicieses la banda sonora?
—Sí, más o menos. Pero no fue muy específico. Lo único que necesitaba, con seguridad, era una balada para que el protagonista principal la cantase hacia el final de la película. Y esa es la canción Life is hard.

—¿Todas las canciones del disco fueron escritas para esta película?
—No. Empezamos con Life is hard y entonces el disco tomó su propia dirección.

—Este disco es muy diferente de Modern Times (el anterior), que fue un número uno. Parece que cada vez que tenés un gran éxito, a la siguiente ocasión cambiás las cosas de lugar. ¿Por qué no intentás exprimirlo un poco?

—Creo que exprimimos todo lo que pudimos el disco anterior. Lo dejamos seco. Todas las canciones de Modern Times fueron escritas e interpretadas en el más amplio registro posible, tenían un poco de todo. Estas nuevas canciones tienen una vertiente más romántica.

—¿Cómo es eso?
—Estas canciones no necesitan abarcar el mismo terreno. Las canciones de Modern Times actualizaron mi repertorio, y la luz se dirigía hacia cierta dirección. Hay que tener a alguien en mente como una audiencia, de otro modo no tiene sentido.

—¿Qué querés decir con esto?
—No parecía haber ningún consenso general entre mis oyentes. Algunos preferían las canciones de mi primer período. Algunos, el segundo. Algunos, el período cristiano. Algunos, el postcolombino. Algunos, el prerrafaelista. Alguna gente prefiere mis canciones de los noventa. Veo que ahora a mis oyentes no les preocupa de qué período son mis canciones. Sienten el estilo y la sustancia de una forma más visceral y se conforman con eso. Las imágenes poéticas no los obsesionan. Si hay un astrólogo con antecedentes criminales en una de mis canciones, no va a hacer que cualquiera se pregunte si la raza humana está condenada. Las imágenes están tomadas en el valor nominal y esto me liberó.

—¿En qué sentido?
—Por ejemplo, si hay sombras y flores y salientes cenagosas en una composición, eso es lo que son en esencia. No hay mistificaciones. Es la única manera en que puedo explicarlo.

—¿Como una locomotora, un par de botas, un beso o la lluvia?
—Exacto. Todas estas cosas son lo que son. O fragmentos de lo que son. Es la manera en que las movés lo que hace que funcione.

—Hay mucha violencia en estas canciones, aconsejás a quien vaya a Houston que mantenga ajustadas las correas de su pistola, hay un frío y sanguinario asesino acechando la ciudad en “It’s all good” y la mujer de “My wife’s home town” hace que el cantante mate a alguien. ¿Poner violencia en la canción sube la apuesta?

—¿Qué querés decir?
—¿Hace más arriesgada la canción?
—No. El punto principal es reconocer las cosas sin enojarse. Pienso que está justificada. Uno elige estas cosas con cuidado.CRITICA DIGITAL

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