
Se trata de la norma 2249, sancionada en 1995, que prohíbe la cría y la tenencia de perros peligrosos o feroces. La ordenanza establece que cualquier ciudadano que se sienta amenazado por este tipo de animales pueda asentar la denuncia en la DIPSA. Los concejales dieron dictamen favorable a la creación de un registro municipal que incluye la labor de los paseadores, informó la edil de Aguilar.
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