lunes, 5 de octubre de 2009

DESPIDEN A MERCEDES SOSA EN EL CONGRESO DE LA NACION



Mercedes Sosa, en el Salón de los Pasos Perdidos en el Congreso Nacional

La artista es velada con los honores de figura nacional en el Salón de los Pasos Perdidos. Miles de personas ya le dijeron adiós, mientras el mundo mostró su dolor.
Hoy es día de duelo nacional, que se extiende a tres en su Tucumán natal. La presidenta Cristina Kirchner dio su último saludo.

Mientras miles de personas esperaban en fila alrededor del Congreso para dejar un ramo de flores, una cartita o simplemente mirarla y decirle “gracias, Negra”, en el Salón de los Pasos Perdidos Peteco Carabajal tomó la guitarra y dio la primera nota de “Luna tucumana” para que decenas de voces resonaran alrededor de Mercedes Sosa, que murió en la madrugada del domingo, a las 5.15, después de trece días de agonía.

Eran las voces de Teresa Parodi, el Chango Farías Gómez, Suna Rocha, Ángela Irene y Piero, entre muchas otras, que en una suerte de homenaje improvisado, la despidieron entonando aquellas canciones que La Voz de América hizo girar por todo el mundo.

Y así siguieron con “Al jardín de la república”, “Gracias a la vida”, “Alfonsina y el mar” y “La añera”. Hubo quienes se quebraron al entonar los versos de “Zamba para no morir”, –“al quemarse en el cielo la luz del día, me voy/ con el cuero asombrado me iré/ ronco al gritar que volveré/ repartido en el aire/ a cantar siempre”–, hasta que la emoción se convirtió en un aplauso cuando en medio de “Balderrama”, Estela de Carlotto se acercó al féretro.

Unas horas antes, al llegar al Congreso, Peteco Carabajal recordaría aquel asado en el que conoció a Mercedes Sosa: él tenía doce años, estaba en su casa de Morón, y la Negra, que en ese tiempo compartía noches y noches por las peñas con su padre, se sumó a la mesa. También se acordaría de ese mítico Luna Park del 84, en el que ella lo invitó a cantar “Pájaros en el aire”, y él sintió que uno de sus sueños se había concretado. “Hoy, justamente, siento lo mismo que hace tres años cuando se murió mi padre: un profundo dolor. Porque ella era nuestra madre”.

Quien casi no se despegaría de la Negra –ni en el sanatorio ni durante el velatorio– sería Teresa Parodi. “Es porque quiero estar cerca de ella”, dijo en uno de los intervalos que hizo para descansar. Luego evocó esos jueves en los que, junto a otras cantantes, se juntaba a tomar el té con Mercedes y ella solía ser el centro de atención, con sus cuentos y chistes. “Estoy destruida pero a la vez muy emocionada con lo que pasa con la gente que le ofrece tanto amor, le tiran besos, le dicen gracias. Ay, ya la estoy extrañando”.

A la par que los amigos, colegas y seguidores subían y bajaban del primer piso del Congreso, las anécdotas y recuerdos se iban sucediendo: Alejandro Lerner contó que la Negra le cantó el feliz cumpleaños por teléfono (“eso sí que fue un privilegio”) y Víctor Heredia graficó su encuentro en el sanatorio: “Al verme se arrancó el respirador y lo primero que hizo fue preguntarme cómo estaba mi familia”; Celeste Carballo pidió que se evitara la fórmula sexista de llamarla la Gardel con polleras: “Además ella tenía una sensibilidad muy femenina, muy especial, para encontrar la poesía en la música”, y Nacha Roldán, que grabó “Pájaro de rodillas” en el primer volumen de Cantora, confesó que cuando Fabián, el hijo de Mercedes, se lo propuso, ella le dijo: “Bueno, ahora no saludo más a nadie”. Gustavo Cerati, que también grabó para Cantora, pidió que este homenaje se convirtiera en un homenaje continuo. “Yo participé en su último disco y puedo decir que era una persona humilde, grande como humilde. Su voz tiene un paisaje interior, que es su propia voz. A veces hay que salir del país para darse cuenta de la importancia de Mercedes. Ella sabía muchas cosas y tuvo la sensibilidad para captar toda la música”, declaró el rocker.


El desfile de políticos se sumó al de artistas. Ricardo Alfonsín, al igual que Hermes Binner, Leopoldo Moreau y Daniel Scioli, la definió como un símbolo de la democracia. Finalmente, cerca de las ocho y media, el tributo musical volvió a sonar con “Luna tucumana”, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner entró a la capilla ardiente, se acercó a la cantante fallecida –junto a Néstor Kirchner y Aníbal Fernández– le tocó las manos y la cabeza, abrazó a algunos de sus familiares y, por último, la besó en la frente. Y los músicos siguieron tocando y cantando mientras, afuera, otros miles de seguidores esperaban para verla, antes de que sus cenizas fueran esparcidas por Tucumán, Mendoza y Buenos Aires, como ella había pedido.


LEON GIECO DESPIDIO A "LA NEGRA" EN PLAZA INDEPENDENCIA ANTE MAS DE 30.000 PERSONAS



León presentó parte de su nuevo trabajo "Mundo Alas" en Tucumán
Arrancó ante una multitud casi a la hora señalada en plaza Independencia. "Solo le pido a Dios", un clásico de León Gieco tantas veces cantado junto con Mercedes Sosa. Luego vinieron otros singulares, propios de la época del regreso de la Democracia, como "La Cigarra". Hasta Siempre Mercedes, fue el título elegido por miles de tucumanos que homenajearon a a su artista más importante con la presencia de León Giego.

"Nunca tendremos una artista igual"


"Ella tenía la canción social en las venas. Para mí era como una hermana, como una madre; siempre fue mi amiga". Con estas palabras León Gieco sintetizó lo que Mercedes Sosa significaba en su vida.

Decretaron el duelo provincial hasta el martes


El gobernador José Alperovich firmó este mediodía el decreto que determina el duelo provincial en Tucumán a raíz de la muerte de la cantante Mercedes Sosa hasta el martes próximo, inclusive.

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