Parece que no todas son alegrías para David Beckham, uno de los jugadores más mediáticos del mundo. Es que el inglés regresó a Galaxy de Los Ángeles para iniciar su tercera temporada en la Mayor League Soccer, pero no fue bien recibido ni por sus propios compañeros ni por los hinchas.
Desde octubre del 2007, cuando el Galaxy se quedó sin opción a luchar por el título, la figura de Beckham, que había llegado como la gran estrella salvadora, comenzó a desvanecerse y con ella todo el experimento montado por la MLS.
Sin embargo, el 2008 no fue mejor: los malos resultados del equipo generaron una crisis en la dirección que le contrató y finalizó con la salida del entrenador holandés Ruud Gullity del gerente general del equipo, el ex jugador y figura de la selección de Estados Unidos, Alexis Lalas.
Hasta ese momento, Beckham sólo había conseguido una mayor venta de entradas y de camisetas , pero sin generar con su fútbol ningún tipo de interés ni motivación dentro del equipo. El rendimiento de Beckham también comenzó a generar el malestar en el plantel, que veía cómo la figura a la que le pagaban 6,5 millones de dólares por temporada no era capaz de meterlos en la fase final del campeonato.
Pero la gota que produjo el estallido fue la polémica con el Milan: el inglés le pidió a los directivos ir a jugar al Calcio para no perder la forma física y llegar en mejores condiciones al inicio de la temporada del 2009. El Galaxy lo aceptó y lo cedió hasta marzo del 2009, fecha en que se reincorporaría con el resto del plantel. Sin embargo, Beckham volvió a sentirle el gusto al fútbol de elite y presionó para quedarse en el equipo italiano.
La respuesta del Galaxy fue clara: un rotundo “no”. Y enseguida comenzaron las repercusiones. Su compañero de equipo, Landon Donovan, criticó duramente al inglés en un libro que saldrá publicado en los próximos días en Estados Unidos (“El experimento Beckham”, del periodista Grant Wahl).
"Todo lo que nos importa es que por lo menos se comprometa con nosotros. A medida que pasaba el tiempo, ese no ha sido el caso en muchas maneras, tanto en el campo como fuera de él", declaró Donovan.
El capitán del Galaxy piensa que Beckham está claramente frustrado, que no es feliz, y que piensa que la MLS es una broma, comparado con el mundo de Europa. "También siento que ha dado por seguro que tiene el contrato con este equipo. No veo dedicación o compromiso con este equipo, y eso me preocupa. Yo no voy a pasarme los próximos tres años de mi vida haciendo las cosas así. Esto es una maldita miseria. No quiero que el fútbol tenga que ser así", destacó Donovan.
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