Previsiblemente, todos los diarios porteños –sin excepción- editan en primera plana como única noticia del día el deceso del ex presidente de la Nación y secretario general de la Unasur, Néstor Carlos Kirchner, ocurrido ayer, a las 9.15, en El Calafate, Santa Cruz, tras un paro cardiorrespiratorio.
Así, se esfuma súbitamente de las tapas el asunto que había dominado en las últimas siete jornadas la atención periodística: el caso del asesinato del joven militante Mariano Ferreyra.
Clarín muestra el rostro del santacruceño con su mirada clavada hacia abajo y junto al título “Kirchner marcó una época”.
Anuncia en la volanta que el “ex presidente murió a los 60 años”, y le destina, en la bajada, cuatro elogios y cuatro cuestionamientos extensibles también a la presidenta Cristina Fernández: “Condujo al país en la salida de la gran crisis. Renovó la Corte, negoció con éxito la deuda e impulsó los derechos humanos. Impuso a Cristina como su sucesora. Su estilo confrontativo lo llevó a perder la pelea con el campo. También avaló la manipulación en el INDEC y embistió contra los medios independientes”. En un recuadro, el diario añade que “Una multitud empezó anoche el homenaje en la Plaza de Mayo”.
La Nación destaca que “Murió Néstor Kirchner”, y habla de “Perplejidad y conmoción en todo el país”.
Exhibe al ex presidente presionando una bandera argentina contra su pecho y con el glaciar Perito Moreno como telón de fondo, y anticipa que “Será velado en la Casa Rosada, desde las 10. Asistirán varios presidentes latinoamericanos. En la Plaza de Mayo hubo un multitudinario acto de sus seguidores”.
A diferencia de Clarín, pero en sintonía con el resto de los matutinos, La Nación no cuestiona en la tapa al ex mandatario.
Página/12 publica una ilustración de Daniel Paz en la que el patagónico, desde el cielo, exclama con vigor: “¡¡Fuerza todos!!”. No presenta ningún texto sobre el deceso, se limita a nombrar a una veintena de periodistas y de artistas que escriben hoy en el diario acerca de Kirchner. Por su parte, Perfil muestra la mirada desviada del ex presidente junto al rótulo “Murió Kirchner. La Argentina en estado de shock”, y presenta en “Exclusivo: cómo fue el traslado de sus restos”.
“Conmoción y dolor en todo el país por la muerte de Néstor Kirchner”, así encabeza la portada Ambito, y opina, entre otras cosas, que el deceso “paralizó el país” y que la “noticia implica una crisis no sólo en el Gobierno, sino en toda la política. Kirchner era jefe del PJ y controlaba el Gobierno, además de ser el negociador con políticos, sindicalistas, gobernadores, empresarios y banqueros”.
En tanto, El Cronista edita el título “Murió Néstor Kirchner y Cristina deberá alinear al PJ y a Moyano”, y agrega, en un recuadro, que “No hubo luto en Wall Street”.
Diario Popular muestra al santacruceño saludando con la mano derecha junto al rótulo “Adiós a un luchador”, y, al igual que sus colegas, sostiene que la “noticia generó una rápida conmoción nacional y reacciones en todo el mundo”.
Por su parte, Crónica exhibe a Kirchner abrazado a su esposa y lo despide con un “¡Hasta siempre!”.
Todos los medios gráficos porteños presentan extensas coberturas sobre la muerte de Néstor Kirchner e incluyen las opiniones de sus principales analistas y editores.
Clarín despliega entre las páginas 3 y 35 el cintillo “La muerte del ex presidente”, edita un suplemento especial intitulado “Néstor Kirchner / 1950-2010”, conformado de 16 planas; y publica un editorial y columnas de Ricardo Kirschbaum, de Eduardo Van der Kooy, de Julio Blanck y de Daniel Fernández Canedo, entre otros.
La Nación altera su habitual edición interna al anteponer la sección política a la de Exterior. Desarrolla entre las sábanas 2 y 19 el cintillo “Néstor Kirchner 1950-2010”, presenta, al igual que Clarín, un editorial de tono crítico, y publica las opiniones de Joaquín Morales Solá, de Carlos Pagni, de Beatriz Sarlo y de Jorge Lanata, entre otros.
Página/12 dedica más del 70 por ciento de su edición al deceso del santacruceño, publica un suplemento especial con la última entrevista gráfica otorgada por el ex mandatario, y es, junto con Clarín, el matutino que incluye mayor cantidad de notas de opinión, entre las que se destacan las de Ernesto Tiffenberg, de Mario Wainfeld, de Luis Bruschtein, de Horacio Verbitsky y de Martín Granovsky.
El Cronista edita todo el cuerpo principal del diario, de 24 páginas, bajo el cintillo “El país sin Néstor Kirchner”, e incluye notas de Fernando González, de Hernán de Goñi, de Walter Brown y de Gustavo Sylvestre.
En tanto, Ambito presenta una cobertura de 16 páginas, y columnas de Orlando Vignatti, de Ignacio Zuleta y de Pablo Ibáñez. /Diario sobre Diarios
EL OPERATIVO CONTINUARA TELEFONICAMENTE
HASTA EL DOMINGO
Según datos oficiales,
sólo el 3 por ciento de los hogares
no pudieron ser censados
En medio de un ambiente de conmoción y dolor por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, se realizó ayer el Censo 2010.
La directora del INDEC, Ana Maria Edwin, dijo que "la tasa de rechazo" fue inferior a uno por ciento, y adelantó que sólo el 3 por ciento de los hogares no pudieron ser censados, aunque aclaró que podrán serlo "hasta las 0 de mañana, y el viernes, sábado y domingo" telefónicamente, entre las 6 y las 24.
Ante la proliferación de dudas que surgieron tras la muerte del ex presidente Edwin, salió a confirmar la continuidad del censo poblacional durante la jornada, en homenaje al diputado.
"La obligación de todos los ciudadanos es continuar con la institucionalidad, acompañando a la Presidenta", había destacado la funcionaria en declaraciones a Radio Mitre.
El director técnico del Indec, Norberto Itzcovich adelantó que a mediados de diciembre se conocerán los resultados preliminares del cuestionario básico.
Mientras se desarrolló el sondeo, veedores internacionales, oriundos de Uruguay, Paraguay, Perú, Venezuela, Puerto Rico y España, acompañaron el operativo y supervisaron el trabajo de los encuestadores en algunas zonas de la provincia de Buenos Aires.
El censo 2010 llegó en medio de graves cuestionamientos al organismo encargado del diseño del operativo y de la posterior lectura de los datos recolectados. Aconteció, además, en medio del temor por la creciente inseguridad, lo que llevó a numerosas personas a tomar recaudos a la hora de tener que contestar al censista.
A raíz de esta situación, y como la normativa en vigor obliga a responder a los encuestadores, muchos particulares atendieron al censista en la puerta de la casa, mientras que gran cantidad de copropietarios de edificios decidieron recibirlos en la planta baja. Se relevaron datos atinentes con el empleo, la escolarización, la cobertura de salud, la situación conyugal, la discapacidad o la pertenencia a pueblos originarios de los encuestados.
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