El elegante hotel Bourbón de la ciudad de Foz de Iguazú se encontraba ayer en los preparativos finales para recibir a partir de esta noche a los presidentes de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en la XL Cumbre del Mercosur.
Una discreta custodia militar podía advertirse en algunas rutas aledañas al hotel, ubicado en las afueras de esta ciudad fronteriza con la argentina Iguazú, en cuyo interior ya sesionaron desde la mañana de ayer los representantes técnicos de cada país para elaborar las diversas iniciativas sobre negocios y arancelamientos que luego suscribirán los jefes de Estado.
En el centro de prensa ubicado en el hotel Viale, enfrente del Bourbón, era aún muy escasa la presencia de acreditados a la reunión, que para la jornada final del viernes reunirá a centenares de hombres de prensa de todo el continente, según estimaron los organizadores.
Sin embargo, ya podía advertirse el movimiento de algunos cronistas asistiendo a las reuniones técnicas mientras disfrutaban de la agradable temperatura que proporcionan los equipos de aire acondicionado, frente a una marca de alrededor de 30 grados que había en el exterior del hotel.
Hoy se hará presente en la cumbre la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, quien se presentará acompañada por el mandatario saliente, Luiz Lula Da Silva, en la cena de bienvenida a los mandatarios visitantes.
Luego de esa presentación Dilma viajará a Brasilia, donde el viernes recibirá de parte del Tribunal Superior Electoral (TSE) el documento que oficializa su victoria en las elecciones presidenciales del 31 de octubre.
Además de Lula y de los mandatarios de los otros tres socios plenos del bloque -Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina; Fernando Lugo, de Paraguay, y José Mujica, de Uruguay-, ya confirmaron sus presencias en Foz do Iguazú los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Chile, Sebastián Piñera.
Cristina puso en funciones
a los ministros de Seguridad y de Defensa
La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, encabezó en la Casa de Gobierno el acto en el que tomó juramento a los designados ministros de Seguridad, Nilda Garré y de Defensa, Arturo Puricelli.
El acto transcurrió, como es de rigor en la asunción de ministros, en el Salón Blanco de Casa de Gobierno ante el pleno del Gabinete -menos el Canciller Héctor Timerman, de misión en Foz de Iguazú- y representó la llegada al Gobierno del primer funcionario enteramente dedicado a Seguridad, un tema traumático para la sociedad desde hace décadas.
La flamante ministra de Seguridad, minutos después de jurar por "la Nación", señaló los trazos gruesos de su gestión: "Queremos garantizar el hecho de la seguridad de los ciudadanos en el marco de la Constitución, la ley y el respeto a los derechos humanos".
"Esta tarea la llevaremos adelante con fuerzas de seguridad cada vez más profesionales, más capacitadas, y con mejores condiciones para la investigación de la criminalidad compleja", adelantó.
Como parte de sus primeras decisiones de gestión, Garré confirmó que la fiscal del caso Mariano Ferreyra, Cristina Camaño, se desempeñará como secretaria de Seguridad -una suerte de viceministra- y que su colaborador en Defensa, Gustavo Sibilla, estará al frente de "Planeamiento Estratégico".
En el mismo acto juró como nuevo ministro de Defensa el ex gobernador de Santa Cruz y titular de Fabricaciones Militares, Arturo Puricelli, quien descartó que vayan a producirse grandes cambios.
"Hoy el Ministerio de Defensa no es un ministerio difícil porque está muy consolidado desde los derechos humanos y la subordinación de los militares al poder civil. Ahora lo que se debe hacer es trabajar para consolidar lo hecho en derechos humanos y en la educación", dijo Puricelli.
Con respecto al equipamiento militar, el primer gobernador santacruceño de la democracia apeló a una figura coloquial: "No creo que para equipar a las Fuerzas Armadas haya que salir de shopping".Garré avanzó también en el tema de la "inseguridad" y dijo que "es un problema multicausal, complejo, pero nos vamos a abocar con todo el compromiso y toda la fuerza para lograr en definitiva lo que a la gente le interesa: vivir en una sociedad segura, tranquila y donde además, cuando hay problemas sociales, se resuelvan por una vía que no sea la represión".
La creación del ministerio que conducirá Garré fue anunciada por la presidenta el último viernes, durante el acto en el que se premiaron a figuras destacadas de la lucha por los Derechos Humanos y cuando recrudecían los enfrentamientos entre vecinos de Villa Soldati y ocupantes del Parque Indoamericano.
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