jueves, 9 de diciembre de 2010
Independiente recuperó la mística y se quedó con la Copa Sudamericana
"El Rojo" se impuso a los brasileños, en los penales, y volvió a ganar una competición internacional tras 15 años. El equipo de Mohamed revirtió el resultado adverso que trajo desde Brasil y ganó 3-1 en Avellaneda. Parra marcó dos goles y fue la gran figura del equipo, mientras que Tuzzio selló la victoria desde los doce pasos.
Independiente dio vuelta la final ante Goiás, ganó 3-1 durante los 120 minutos de tiempo regular -debieron jugar el alargue-, fue certero en los penales y se quedó con la Copa Sudamericana, para cortar una sequía de 15 años sin logros a nivel continental. Con esta conquista, el Rey de Copas le sacó lustre a su chapa y llegó a 16 títulos.
Más allá del sufrimiento final, fue un primer tiempo de ensueño para el local. No por su juego, que no varió demasiado de la monotonía a la que estamos acostumbrados en el fútbol argentino, sino porque menos de 45 minutos le bastaron para emparejar una eliminatoria que tenía cuesta arriba. Golpeó cuando pudo, aprovechó los guiños de la suerte, se nutrió de su mística y se fue a los vestuarios 3-1.
Tras un primer cuarto de hora de estudio, el Rojo facturó en su primera llegada a fondo y con una pelota parada. Cabrera buscó a Matheu para que este le quemara las manos al veterano Harlei, y el rebote le quedó a Julián Velázquez para definir con alma y vida.
Todo era fiesta en Avellaneda porque la gente entendió que levantada era posible, pero en un abrir y cerrar de ojos llegó el empate gracias a un notable cabezazo de Rafael Moura, el único jugador de verdadera categoría de los descendidos brasileños.
Luego, cuando empezaba a caer en la desesperación, una jugada fortuita derivó en el segundo gol local. Mareque corajeó en el área, la pelota fue rechazada por un defensor visitante, pegó en la pierna derecha de Parra y venció la nula resistencia del guardameta. Es gol revitalizó al equipo de Mohamed que siguieron yendo para adelante. A los 34 minutos, la pelota quedó bollando en el área y desde el piso Parra volvió a calzarse el traje de goleador y héroe.
En el comienzo del complemento se vio lo mejor de Independiente, que abrió la cancha, monopolizó el balón y merodeó el cuarto gol: Parra volvió a ser desequilibrante en el área y sacó un violento zurdazo que logró desviar Harlei.
Pero con el correr de los minutos los brasileños pasaron a disputarle la pelota y, con una mejor preparación física, fueron los que contaron con las mejores ocasiones para desnivelar cerca del final, pero Hilario Navarro ganó ante Moura en la primera, y antes del cierre el nueve se perdió un gol abajo del arco.
Para el alargue el "Rojo" apostaba sus fichas a Martín Gómez y Leandro Gracián, sus jugadores más frescos por haber ingresado en la segunda parte. Sin embargo no aparecieron y continuó la paridad pese a que ambos equipos contaron con una posibilidad mediante Felipe y Cabrera.
Al minuto del segundo suplementario, Goiás tuvo su gran chance, pero el palo privó del gol Tolio, quien apareció sólo en el área chica tras un centro bombeado de Moura. Fue un anticipo de lo que fue el resto del partido hasta los penales, con los brasileños con el control de las acciones y un Independiente que, ya sin fuerzas, apostaba sus fichas a la definición desde los once pasos...
Luego llegaron los penales, para Independiente convirtieron Maxi Velázquez, Parra, Gracián y Matheu. El palo devolvió el remate de Felipe y Tuzzio fue el encargado de cerrar la serie con un tiro alto, contra el ángulo izquierdo, para que media Avellaneda atesore para siempre la noche mágica del 8 de diciembre de 2010.
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