Ringo Starr junto a su esposa, Barbara Bach, exhibe el cuadro con su estrella, la número 2.401 del Bulevar de los Famosos. (Foto: Reuters) El ex baterista de los Beatles Ringo Starr se sumó al Paseo de la Fama de Hollywood en una ceremonia que además marcó el 50º aniversario de las famosas aceras.
Starr develó su estrella, la número 2.401 del paseo.
“Este es el comienzo de los próximos 50 años de estrellas”, dijo el músico frente al edificio de Capitol Records. “Estoy orgulloso de ser el primero”.
El Paseo de la Fama también incluye estrellas individuales de los ex Beatles John Lennon y George Harrison. Los Beatles recibieron una estrella como grupo en 1998.
“Es chévere recibirla de noche”, expresó Starr. “No sé ustedes, pero donde yo vivo, las estrellas brillan por la noche”.
Entre las personas que lo acompañaron estuvieron su esposa, la actriz Barbara Bach; los músicos Joe Walsh y Ben Harper, el productor Don Was, el director David Lynch y el actor Noah Wyle.
El Paseo de la Fama de Hollywood atrae unos 10 millones de visitantes cada año al tramo de 18 cuadras que delinea el Bulevar de Hollywood y la Calle Vine.
La Cámara de Comercio de Hollywood concibió el Paseo de la Fama en 1953 en un esfuerzo por devolverle el glamour al decadente vecindario en un momento en que la industria del cine y la televisión estaba en declive.
“Hemos visto cambios positivos”, señaló el vicepresidente senior de la Cámara de Comercio de Hollywood, Bill Farrar. “Hemos visto un incremento en la vivienda, la apertura de muchos negocios, una reducción importante del crimen y el continuo flujo de visitantes. Este paseo representa tanto más. Es más que una atracción turística y un monumento al arte”.
La celebración de aniversario del Paseo de la Fama continuará el resto del año con un festival comunitario en julio y una gala en noviembre a la que estarán invitadas todas las celebridades vivas que hayan sido honradas con una estrella. (AP)
En Internet: http://www.hollywoodchamber.net/
NO SOLO LOS PRESIDENTES SE ENFERMAN
DE LAS ARTERIAS Y DEL CORAZON
Las noticias de los últimos días pusieron nuevamente sobre la primera plana de los diarios a la enfermedad cardiovascular. Primero fue el fallecimiento del modelo Leonardo Verhagen, novio de la rosarina Liz Solari, a causa de una muerte súbita, y el último fin de semana, la intervención de urgencia a la que fue sometido el ex presidente Néstor Kirchner debido a la obstrucción de una arteria carótida. Años atrás habían sido intervenidos por obstrucciones arteriales los presidentes Carlos Menem y Fernando De la Rúa. “No es casual que las afecciones cardiovasculares tengan tal presencia en los medios de comunicación, ya que se trata de enfermedades de altísima prevalencia en la población general. Existe una verdadera epidemia de ateroesclerosis, que es la generadora de tanta enfermedad cardiovascular”, dispara el presidente de la Sociedad de Cardiología de Rosario y de la Fundación Cardio, Carlos Lorente.
Las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos abarcan una amplia gama de dolencias entre las que se cuentan la angina de pecho, el infarto de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y las crisis hipertensivas. La aterosclerosis, el principal disparador de estas dolencias, es una enfermedad caracterizada por el desarrollo de lesiones (placas de ateroma) en las paredes de las arterias de gran y mediano calibre. Esas placas están compuestas predominantemente por lípidos (grasas) como el colesterol, y por otros componentes como los monocitos, que desde la sangre penetran en el interior de la pared arterial, atrapan el colesterol, se convierten en células espumosas y provocan cambios en la paredes arteriales que conducen finalmente a la progresiva disminución de la luz arterial y por último a la oclusión.
“Para que esta secuencia de acontecimientos se desencadenen y avancen es necesaria la recurrencia de los factores de riesgo de aterosclerosis, definidos por las condiciones personales (antecedentes familiares y genéticos) o ambientales”, subraya el médico. Y remarca tres factores de riesgo preponderantes en su aparición, que son la hipertensión arterial (cifras superiores a 139/89 mm Hg); hipercolesterolemia (concentraciones sanguíneas de colesterol superiores a 200 mg/dl) y el hábito de fumar. Le siguen la diabetes, sedentarismo, estrés y menopausia.
Por qué es tan frecuente. “La formación de placas de ateroma (aterosclerosis) se inicia frecuentemente desde épocas muy tempranas de la vida, y sigue desarrollándose luego con mayor o menor intensidad y agresividad de acuerdo a la combinación de los factores de riesgo”, explica Lorente, y agrega que cada persona modifica la patología “de acuerdo a su carga genética y otros factores”.
Según explica el cardiólogo, los síntomas de la aterosclerosis se manifiestan cuando alguna de las placas de ateroma se desprende, lo que significa que su contenido se ha puesto en contacto con los elementos de la sangre, especialmente con las plaquetas. “Esto dispara la formación de un trombo o coágulo que puede obstruir total o parcialmente la luz de la arteria, dificultando o impidiendo la llegada de sangre al sector que está destinado a irrigar”, agrega. Si obstruye totalmente la arteria puede desencadenarse un infarto cerebral, de miocardio, de un dedo del pie, o del sector al de la arteria afectada.
“Cuando la obstrucción afecta a las arterias cerebrales pueden aparecer desde ataques de isquemia cerebral transitoria hasta un accidente cerebrovascular con secuelas más o menos permanentes”, explica Lorente.
Obstrucción de carótidas. En el caso de las enfermedades de las arterias carótidas, ¿cuáles son los síntomas que podrían denunciar su presencia y a los que debemos estar atentos?: debilidad o entumecimiento en el rostro, el brazo y la pierna en una mitad del cuerpo; ceguera o deterioro visual repentinos, especialmente cuando se produce en un solo ojo; pérdida de la capacidad del habla, habla ininteligible o dificultad para entender lo que se le dice; cambio reciente y repentino en la personalidad o en la capacidad mental; dificultad para tragar; dolor de cabeza (generalmente intenso y repentino) o cambios en el tipo o la frecuencia de los dolores de cabeza, migrañas inclusive; mareos, falta de coordinación o pérdida del equilibrio al caminar o trastornos de la audición de origen desconocido, especialmente si la persona presenta los anteriores síntomas.
"La prevención evita la medicación", enfatiza el médico, y al respecto recomienda reducir la ingesta de grasas animales saturadas y el exceso de calorías, favoreciendo el consumo de carnes magras, ricas en ácidos grasos Omega, aceite de oliva, verduras y frutas; además de evitar el sobrepeso, sobre todo en presencia de hipertensión arterial, diabetes u otros factores de riesgo.
Lorente recomienda también realizar actividad física; tomar alcohol con moderación y eliminar el tabaco. "En quienes ya hayan presentado manifestaciones clínicas, los estudios lo confirmen o presenten una combinación de factores de riesgo, el médico deberá instaurar un esquema de cuidados y control".
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